lunes, 2 de abril de 2012
Lady Gaga no gana para disgustos. Pese a haber vendido como churros las entradas de su ‘Born This Way Ball Tour’, una gira que de momento parece que solo es asiática, Corea del Sur no está tan contenta con la visita de la compositora de ‘Quicksand’ de Britney Spears.
Grupos cristianos conservadores han presionado para que se prohíba la entrada a los menores de 18 años al concierto que Lady Gaga dará en Seúl en menos de un mes, el próximo 27 de abril. La excusa: “hemos de detener la infección de homosexualidad y pornografía que afecta a la juventud actual”. Teniendo en cuenta que Gaga, por muy pesada que sea, aboga por un mensaje de respeto y tolerancia de una forma mucho más fuerte e intensa que el resto de estrellas del pop, es una de las decisiones más ridículas e hipócritas de un país que presume de ser del primer mundo, demostrando que está más cerca que nunca de Corea del Norte.
Esperemos que Lady Gaga tome las medidas necesarias y pelee porque sus fans adolescentes puedan verla en directo. Debería llamar a Madonna, que está acostumbrada a cabrear a gente en sus conciertos (pronto lo hará en Rusia) y juntas podrían planear algún acto contra los conservadores.
